miércoles, 24 de febrero de 2010

Pensando en el futuro


Aunque todavía queda por disputarse lo más importante de la temporada, los equipos ya empiezan a pensar en los refuerzos para la próxima campaña. E incluso algunos ya han fichado. Por eso, me asalta la duda de qué jugadores deberían fichar los dos grandes de nuestra liga, el Madrid y el Barça.

El Madrid se adelantó a todos para fichar a Canales, y aunque en teoría el año que viene seguirá en el Racing de Santander, yo ahora mismo no le veo sitio en el once titular del Real Madrid. En teoria su sitio es el de Kaká, que no es que esté haciendo méritos para ser titular indiscutible, pero a ver quién tiene narices de sentarle por un recién llegado de apenas 19 años... Porque hay que tener en cuenta que si fichas a alguien, otro se tiene que ir al banquillo. Por eso no es suficiente con decidir si el jugador que va a venir es bueno. Hay que valorar si es mejor que lo que ya tienes. Entonces, ¿a quién tendría que fichar Florentino? Creo que las posiciones a reforzar son el lateral izquierdo y la zona de creación. Pero los nombres que más suenan son Ribery, Cesc y Silva. Al francés no le encuentro hueco con el actual sistema de Pellegrini, ya que no explota las bandas con extremos. Cesc tiene un perfil más parecido a Xabi Alonso que a Lass Diarra, así que si quitas a este último, no habría un destructor nato. Quizá Silva sea el fichaje más coherente. Puede jugar en varias posiciones al no ser un jugador específico de banda y le aportaría al Madrid creación de juego, algo de lo que adolece actualmente. Por ejemplo, en el equipo que ha venido jugando en las últimas semanas, sería un sustituto ideal de Granero.

En el F.C. Barcelona la cosa no está tan clara. También están detrás de Ribery, pero en su caso sí que encajaría perfectamente en el equipo. Podría jugar en el sitio que ocupa ahora el discutido Henry. Y del resto, ¿qué se puede mejorar? Messi e Ibra son intocables, más que nada porque no se puede fichar a nadie que los mejore. Y en el medio ocurre lo mismo. Aunque cada día suena con más fuerza el nombre de Cesc Fábregas, tampoco veo muy claro dónde meterle. Xavi es el mejor del mundo en su puesto, Iniesta es el futuro ganador del Balón de Oro y Keita está aportando lucha, juego y goles. El malí es, a priori, el eslabón más débil, pero también el único que garantiza el robo del balón al rival. Tal vez la defensa se podría mejorar algo. Siendo Piqué y Alves indiscutibles, las piezas a cambiar serían Puyol, que está haciendo una buena temporada, pero se le empieza a notar el paso del tiempo, y Abidal, que no lo está haciendo mal, pero es el jugador que pasa más desapercibido y en un equipo como el Barça debería aportar algo más en ataque. Por eso Filipe Luis, del Depor, estuvo a punto de recalar el año pasado en Can Barça. Y Chigrinsky creo que vino con la idea de sustituir a Puyol en un futuro no muy lejano, aunque no sé si se está ganando ese derecho...

Pero no será hasta después de un largo verano lleno de portadas del Marca con miles de fichajes que nunca se harán, cuando sepamos cómo han decidido reforzar estos dos equipazos sus plantillas para seguir aspirando a todos los títulos.

martes, 16 de febrero de 2010

CR9 es barato


El Madrid pagó el verano pasado 96 millones de euros por Cristiano Ronaldo y el mundo se echó las manos a la cabeza. De la cantidad que se desembolsó por el portugués opinó hasta el Papa. Incluso creo que el tema se trató en el Congreso de los Diputados. Seis meses después, nadie discute si fue un error o un acierto.

Ronaldo, entre lesiones y sanciones, ha jugado 17 partidos esta temporada. Y ha marcado 17 goles. Sin haber jugado todos los partidos, es el máximo goleador de la Champions. ¿Cuánto vale eso? ¿Cuánto pagaría cualquier equipo por un jugador que les promediara un gol por partido? Pero no sólo es eso. Si no es por sus goles, Cristiano te garantiza portadas en todos los medios por cualquier otra cosa. Publicidad, publicidad y más publicidad. Y no siempre es positiva, pero lo importante es que hablen de uno, aunque sea bien.

Reconozco que cuando estaba en el Manchester, Cristiano no me caía muy bien. Tenía la típica imagen estereotipizada del chulito que no deja de hacer regates sin sentido de cara a la galería. Pero al tenerlo más cerca, poder seguir su día a día, y después de haberlo visto jugar en directo, no me queda otra que rectificar. Que se entrena como el que más, ya lo sabíamos (estoy con Valdano en que ese cuerpo no se consigue en las discotecas), pero lo que desconocía es ese hambre que tiene por ser el mejor y ganarlo absolutamente todo con su equipo. Siempre recordaré un gesto que tuvo en el partido contra el Mallorca en el Bernabéu. Debía de ser el minuto 80, el Madrid ganaba 2-0 y el partido estaba más que resuelto. El balón se fue fuera por la línea de banda y Cristiano corrió a por él como si el Madrid fuera perdiendo y necesitara marcar como fuese. Pero simplemente es que ese día Ronaldo no había marcado, y eso no podía ser. Y también se me quedaron grabadas unas declaraciones que hizo en la que fue la peor semana del Madrid este año. Después del Alcorconazo, y de ganar sólo uno de los últimos cinco partidos, con todo el madridismo de uñas, Cristiano aprovechó para declarar que iban a ganar liga, copa y Champions. Toma ya. Con un par. No sé si estuvo cercano a la soberbia, pero yo lo ví y me lo creí. Me contagió su entusiasmo y su seguridad.

Por eso, sin saber a ciencia cierta cuánto dinero ingresa el Madrid en marketing o por los derechos de imagen del portugués, creo que ha sido un fichaje barato. Un jugador, que si no es el mejor del mundo, sólo le disputa el trono Leo Messi; que te resuelve partido tras partido; que después de ganarlo todo tiene más ambición que nadie; que te garantiza miles de portadas y de noticias...no tiene precio. El talento no abunda, por eso se paga caro. Y Cristiano de eso tiene, y mucho.

martes, 9 de febrero de 2010

Sobre el villarato


En las últimas semanas el periodismo deportivo no habla de otra cosa. Que si los árbitros favorecen al Barça, que si no le pitan las mismas cosas al Madrid, que ven dos jugadas iguales de distinta manera...en definitiva, del llamado 'villarato'. Este término lo acuñó ya hace tiempo Alfredo Relaño, el director del As, y ha escrito varios artículos tratando el tema.

Sin entrar a valorar si estoy de acuerdo o no con Relaño, me sorprende que un periodista al que admiro, que siempre que leo sus artículos me deja con la boca abierta por la clarividencia y la coherencia con la que trata cualquier tema, haya emprendido esta campaña contra los árbitros y las altas instancias del fútbol español. He de reconocer que en alguna de sus columnas casi me convence, pero en el fondo me niego a aceptar que el Barça haya ganado alguno de sus títulos por las ayudas arbitrales. Si fuera otro equipo, bueno, podría pasar, pero de este Barça...simplemente, no lo necesita.

Menos mal que entre tanta sombra, siempre está otro grandísimo periodista y analista de la realidad como es Santiago Segurola para aportar un poco de luz. En unas pocas líneas me hizo ver qué es realmente importante. ¿Por qué nos empeñamos en buscar conspiraciones dónde no las hay cuando deberíamos estar disfrutando de este gran Barça, del Madrid que no le pierde la estela, de Cristiano, de Iniesta, de Villa? Entiendo que la necesidad de vender periódicos trae consigo un juego que ya conocemos todos, como el anuncio de un gran fichaje que todavía es un rumor, o las entrevistas a los mejores jugadores. Pero eso es lícito, no hace daño a nadie. Otra cosa muy distinta es una campaña que desmerece al Barça, pone en duda la capacidad de los árbitros, quita mérito a la racha del Madrid, hace que los equipos pequeños se sientan más pequeños todavía y, en definitiva, empequeñece al fútbol español en el mejor momento de su historia.

lunes, 1 de febrero de 2010

Cogiéndole gustillo a los micrófonos

Cuando puse en marcha este blog, uno de los propositos era hablar sobre fútbol, pero también de los medios de comunicación que tratan la información deportiva. Hasta ahora no sabía cómo enfocar este tema, pero el otro día me surgió una oportunidad inmejorable.

Gracias al gran José Luis Corrochano, profesor del master que estoy realizando y presentador de Onda Deportiva Madrid, mis compañeros y yo tuvimos la ocasión de visitar los estudios de la emisora Onda Cero. Nuestra primera incursión en la radio fue un jueves por la noche para asistir como público al programa Al primer toque, dirigido por Ángel Rodríguez y con los comentarios de Santiago Segurola y Antoni Daimiel. Casi nada. Después de conocer al equipo que realiza el programa, nos sentamos expectantes ante la mesa donde se sientan los protagonistas. Lo primero que llama la atención es la naturalidad con la que lo hacen todo. El contraste con la tensión con la que hacemos nosotros, pobres estudiantes, un programa que no escuchará nadie, es desalentador. Ellos llegan ahí (incluso Segurola con el programa ya empezado), se sientan, y hablan de todo lo que les pongan por delante, aparentemente sin ninguna preparación previa.

Supongo que es lo que te dan tantas horas de radio. Experiencia, saber estar, confianza... yo, antes de empezar el master del CES, no me veía en la radio, y quizá por eso decía que no me gustaba. Pero apenas tres meses después de ponerme delante de un micrófono, preparar programas, boletines y noticias, tengo que reconocer que casi me he enamorado de la radio. Sigo siendo consciente de mis limitaciones, pero ahora quiero superarlas, y al menos, poder decidir si quiero o no dedicarme a esto. Todos los grandes profesores ya nos lo avisron: la radio es especial, tiene magia. Y creo que he entendido a qué se refieren.