El diario Marca ha sido, desde hace muchos años, el periódico más vendido de España, por delante incluso de los de información general. Yo mismo lo compraba todos los días en mi (larga) época de instituto. Pero, las cosas han cambiado.
Puede que el Marca siga siendo el diario más vendido, aunque empieza a perder terreno con la competencia, pero últimamente ha perdido algo más importante que los lectores: la credibilidad y el prestigio. Primero fueron sus portadas imposibles, en las que cada verano aparecían los mejores jugadores del mundo y su fichaje por el Real Madrid. Luego, fue su cambio de estilo, provocado por la llegada de un nuevo director, que le dió un aire mucho más informal y desenfadado, dejando lo meramente informativo de lado. Y por último, coincidiendo con el úndecimo cambio de director, muchas voces se han levantado contra el diario del grupo Recoletos. Eduardo Inda, el actual máximo responsable de Marca, está en el ojo del huracán por la parcialidad que muestra el periódico y por las campañas en las que se ha embarcado. El año pasado se empeñaron en destapar las actividades fraudulentas del anterior presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, y su insistencia ayudó a que Calderón saliera por la puerta de atrás del palco madridista. Y ahora la han tomado con Manuel Pellegrini, y a la mínima aprovechan para dar por hecha su inminente destitución.
Tan desprestigiado está ahora mismo el Marca que en la red social más popular, Facebook, ya hay varios grupos que se burlan de sus portadas, o se muestran directamente en su contra y de su director. Es llamativo que el grupo Anti Diario Marca tiene a día de hoy más seguidores (5.384) que el grupo Diario Marca (4.982). Estos son hechos contrastables, pero hay otras evidencias de las que no puedo dar pruebas, como la cantidad de gente que ha dejado de comprar el Marca después de muchos años de fidelidad, o los que entran en la web del periódico solamente para comentar, indignados, las noticias que se publican. Espero que los dirigentes del diario deportivo sepan reaccionar a tiempo y hagan un periódico que responda a las exigencias mínimas del periodismo: rigor, veracidad, imparcialidad y contraste de noticias.
Puede que el Marca siga siendo el diario más vendido, aunque empieza a perder terreno con la competencia, pero últimamente ha perdido algo más importante que los lectores: la credibilidad y el prestigio. Primero fueron sus portadas imposibles, en las que cada verano aparecían los mejores jugadores del mundo y su fichaje por el Real Madrid. Luego, fue su cambio de estilo, provocado por la llegada de un nuevo director, que le dió un aire mucho más informal y desenfadado, dejando lo meramente informativo de lado. Y por último, coincidiendo con el úndecimo cambio de director, muchas voces se han levantado contra el diario del grupo Recoletos. Eduardo Inda, el actual máximo responsable de Marca, está en el ojo del huracán por la parcialidad que muestra el periódico y por las campañas en las que se ha embarcado. El año pasado se empeñaron en destapar las actividades fraudulentas del anterior presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, y su insistencia ayudó a que Calderón saliera por la puerta de atrás del palco madridista. Y ahora la han tomado con Manuel Pellegrini, y a la mínima aprovechan para dar por hecha su inminente destitución.
Tan desprestigiado está ahora mismo el Marca que en la red social más popular, Facebook, ya hay varios grupos que se burlan de sus portadas, o se muestran directamente en su contra y de su director. Es llamativo que el grupo Anti Diario Marca tiene a día de hoy más seguidores (5.384) que el grupo Diario Marca (4.982). Estos son hechos contrastables, pero hay otras evidencias de las que no puedo dar pruebas, como la cantidad de gente que ha dejado de comprar el Marca después de muchos años de fidelidad, o los que entran en la web del periódico solamente para comentar, indignados, las noticias que se publican. Espero que los dirigentes del diario deportivo sepan reaccionar a tiempo y hagan un periódico que responda a las exigencias mínimas del periodismo: rigor, veracidad, imparcialidad y contraste de noticias.