Ya he dejado claro más de una vez que admiro a Alfredo Relaño, director de As, por su manera de ver las cosas y de plasmarlas en papel. De escribir, vamos. Pero de un tiempo a esta parte he visto cosas cuanto menos raras. Primero fue su obsesión por el villarato, aunque al fin y al cabo, fue un término que acuñó él y tenía que defenderlo con uñas y dientes. Pero a lo de hoy no le encuentro ninguna explicación. La columna empieza bien, con evocaciones artísiticas, y tan bien escrita como siempre, pero el final... Relaño habla de Crsitiano y de Messi, y de que ahora nos entusiasman en la liga, pero que serán nuestros rivales en el Mundial. Y de repente, el genio mete en el mismo saco a... ¡Ronaldinho! Sí, sí, el Ronaldinho que es una sombra del jugador que maravilló al mundo en el Barça. El Ronaldinho que hace meses no entra en una convocatoria de la selección brasileña. El Ronaldinho que ha sido descartado por los que mandan en la Seleçao.
Por eso, parece que alguien le escribe su columna diaria. A lo mejor Relaño no siempre tiene tiempo para hacerla de su puño y letra y se la encarga a alguien. Quizá a ese colaborador le dan el tema principal y le dicen que el texto tiene que ocupar tantos caracteres. Quizá esta vez al pobre 'mandao' no se le ocurría que más poner sobre ese tema, le quedaba espacio por ocupar, y puso lo primero que se le ocurrió. Sinceramente, espero que la verdad se parezca a esta versión, porque si no habré descubierto que mi idolatrado Alfredo Relaño no sabe tanto de fútbol como siempre había creído...
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