miércoles, 7 de julio de 2010

Somos los mejores del mundo


Hasta ahora no había hecho ni una entrada sobre el Mundial de fútbol de Sudáfrica. No sé si fue la dejadez o que el fútbol que estaba viendo no me inspiraba nada que escribir. Pero a lo de hoy no he podido resistirme.

Ya sé que el título de la entrada 'pegaría' más el próximo domingo, si España gana el Mundial, pero es que no hace falta jugar ese partido para saber que equipo es el mejor del planeta. Sin discusión alguna. España lo ha demostrado con su victoria ante Alemania. Todo el mundo estaba asustado antes del partido. Parecía que Alemania era la España de la Eurocopa, pero mejorada. Arrollaron a Inglaterra, y después le metieron cuatro a la Argentina de Maradona, que se había ganado el papel de favorito con el paso de los partidos.

Pero yo no tenía ningún miedo. España iba mejorando partido a partido desde la primera jornada, cuando perdió ante Suiza, y la evolución no tenía por qué detenerse aquí. La gente era unánime al opinar que España no estaba jugando mal, pero que tenía mucho margen de mejora. Por su parte, el rival de hoy estaba haciendo un fútbol atractivo, con jóvenes jugadores de mucha clase. Todo les funcionaba bien, incluso jugadores que habían hecho una temporada pésima con sus clubes, como Klose o Podolski, se estaban saliendo con el equipo entrenado por Joachim Loew. Pero sus goleadas ante Inglaterra y Argentina fueron, a mi parecer, algo engañosas.

Engañosas porque Inglaterra estaba jugando muy mal. Tanto, que ni el propio Fabio Capello reconocía al equipo que tan eficientemente jugó en la clasificación. Y Argentina daba miedo, pero sólo si mirabas su delantera. En el medio campo tan solo destacaba Mascherano, y su defensa era un auténtico desastre, como demostró Alemania en cuartos de final.

Y España...ay España! Sobre nuestra selección no tengo palabras. Serían líneas y líneas de halagos. Sólo quiero ensalzar la figura de Vicente Del Bosque. El salmantino cogía la Selección en el que para muchos era el mejor momento, con un equipo formado, reciente campeón de la Eurocopa, y con un futuro brillante por delante por la juventud de sus jugadores. Pero era un regalo trampa: al coger al equipo tan arriba, todo lo que no fuera ganar sería considerado un fracaso. Así que a Del Bosque se le exigía ganar el Mundial. Ni más ni menos. Y el entrenador ha recibido palos de todos lados. Que si el doble pivote no funciona, que si Torres no debería ser titular...cualquier cosa era cuestión de debate. Y él, tomándose todo con esa tranquilidad y naturalidad tan suyas. Al final, hasta Luis Aragonés se ha rendido al juego de La Roja. Lo de hoy ha sido sencillamente espectacular. España ha pasado por encima de la máquina perfecta que se supone que era Alemania, y Del Bosque ha estado perfecto con los cambios, empezando por sacar a Pedro de titular en el lugar de Torres, que en la segunda parte y con España por delante, ha hecho más daño que en todos los partidos anteriores.

Ahora sólo queda disfrutar de la final del domingo y demostrar al mundo una vez más, por si acaso les hacía falta, que España es el mejor equipo del mundo.

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